Los actuales regímenes democráticos a lo largo y ancho de este planeta son una farsa. Cada 4 años, un grupo de hienas diferente sube al partido político gobernante de turno para esquilmar a su país al servicio de sus verdaderos amos y a costa del sufrimiento de la población trabajadora. Por supuesto, el poder judicial se ve continuamente sometido a este juego de criminales quedando a la altura del betún.
¿A qué esperamos la población mundial para unirnos, sacar del poder y encarcelar a esa minoría de ratas que nos parasitan en todo el planeta? ¿Quizás esperas a que muera tu hijo cuando no le quede más remedio que luchar por lo que tú no te atreviste a hacer? La cobardía deshonra al ser humano.
¿A qué esperamos la población mundial para unirnos, sacar del poder y encarcelar a esa minoría de ratas que nos parasitan en todo el planeta? ¿Quizás esperas a que muera tu hijo cuando no le quede más remedio que luchar por lo que tú no te atreviste a hacer? La cobardía deshonra al ser humano.
“Para que triunfe el mal, basta con que los hombres buenos no hagan nada”
Edmund Burke
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